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Los milagros de la "Dieta del ser"SARAH MORENO
El Nuevo HeraldEn el techo de su casa en West New York, el actor venezolano Ricardo García sostuvo una conversación con Dios que cambió su vida.
'Llorando, le propuse un pacto: `Yo voy a dejar de pensar, y voy a dejar que Tú dirijas mi mente'. Estuve en el techo dos o tres horas, y entonces comencé a sentir una paz. A partir de ese momento mi vida cambió'', recuerda García del comienzo de un renacimiento espiritual que ha vertido en el libro La dieta del ser, que el recién estrenado escritor presenta mañana en Books & Books.
García, galán de telenovelas que ha participado en éxitos como Abigail, Señora y Gata Salvaje, había pasado varias crisis personales: tenía mucho resentimiento por haber crecido sin una figura paterna; estaba dolido por la pérdida de amigos cercanos, y sentía que libraba una lucha sin sentido para demostrar que no sólo era bien parecido sino que tenía talento.
''Lo primero que tenemos que entender, y yo lo entendí de entrada, es que no soy un cuerpo, sino un ser espiritual viviendo una experiencia física'', cuenta García, de 43 años. ``Comencé a sentir una inclinación hacia los ángeles. Había una sincronía con el universo: yo deseaba algo y se me cumplía''.
A la par que trabajaba en la telenovela Gata Salvaje, García abrió en Miami Beach el Angel Café, que se convirtió en lugar de tertulia de los interesados en temas espirituales. ``Me abrí al conocimiento, a estudiar kábala, ciencias de la mente y Un curso de milagros. Descubrí las posibilidades que podía tener sin ser actor, sin ser el arquetipo del ego. Me vi como el hombre que existe con el mismo propósito que todos''.
Un aumento de peso le dio el impulso final para comenzar el libro. Sus colegas actores le preguntaron qué dieta seguía y él respondió sin pensarlo: ``La dieta del ser''.
''La dieta del ser es como la dieta de Dios, porque él nos acepta tal cual somos. No tenemos que revestirnos de pensamientos erróneos. Nos creemos que somos incapaces de recibir un milagro, pero el milagro somos nosotros, porque somos la esencia de Dios'', explica García.
La dieta del ser está escrito en un lenguaje sencillo, salpicado de anécdotas y siguiendo el formato de 12 pasos que emplean los grupos de ayuda contra todas las posibles adicciones.
''El primero es la respiración, que nos conecta con el universo'', dice García. ``El segundo es el silencio real, no el del sonido, en el que se encuentra la voz de Dios''.
El tercero es el perdón, Cuando reconocemos que hemos estado formando juicios desde nuestros egos,no nos queda mas que entender que todo se ha basado en nuestras percepciones por creernos solo cuerpos separados y no un solo espiritu en infinitas formas. Es asi como el perdon entra a formar parte de este platillo importante en nuestra dieta, perdonar por emitir juicios sobre otras personas y sobre uno mismo, por los conflictos generados.
El cuarto paso es la gratitud. ''Ser agradecido, incluso en situaciones difíciles, conduce a la fe de que algo se va a manifestar en tu vida'', dice.
La fe, el quinto paso, está muy relacionado con el sexto: la abundancia. ''Hay que entregarse a la fe de que todo está en perfecto orden'', dice García. 'Einstein, Sócrates, la Madre Teresa, todos manejaban el secreto de la Ley de Atracción del universo. Cuando dices: `Yo soy pobre', el universo te sirve más de ese plato''.
El séptimo es la paz. García cree que las personas se apartan de la paz cuando dan demasiado valor a los símbolos del ego. Para alcanzarla, el escritor propone detenerse en los pequeños detalles, en los ciclos de vida natural.
El octavo paso, la alegría, consiste en quitarse las etiquetas y presiones de ''tengo un título, o soy un arquitecto o un actor'' y disfrutar de estar vivo. El noveno es la bondad, dar sin esperar nada a cambio, porque en la medida que se da, se recibe. El noveno conduce al décimo: entender que todos necesitamos de amor, y que para recibirlo hay que entregarlo.
''El onceno paso es el del justo juez. Dios o la energía de donde venimos no emite juicios sobre nosotros. A medida que la persona se deshace de los juicios equivocados sobre el mundo, comienza a sentir el perdón, la paz, la alegría de vivir'', explica García con entusiasmo.
El último paso es tarea de cada uno descubrirlo. ''Cada persona descubre quién es y qué significa para ella el amor'', dice García, que concluye que la dieta que lo llevó a ''descubrirse'' también le permitió perder 20 libras.•
Ricardo García presenta 'La dieta del ser' mañana a las 8 p.m. en Books & Books, 265 Aragon Ave., Coral Gables, 305-442-4408.
smoreno@herald.com